He vuelto a meditar.
40 minutos inmóvil y encuentro dolores.
El dolor convierte la práctica en espera.
La espera es una mortificación.
Como esperar 40 años justicia en la lectura histórica.
Me duele el origen,
el nervio que atraviesa mi espalda ruega que interrumpa este afán espiritual y abandone la postura ZA ZEN
En Concepción la protesta es saqueo.
Todos los cables de Pinochet esparcidos como picanas en redes sutiles y a temporales.
Los enriquecidos de su gloria, camuflados en el tiempo (ahora) solo armados por el botin de la influencia.
Suena la campana
Ya pasó. Todas las nubes de la mente, el dolor, cuarenta minutos, cuarenta años.
Un monje dice que vaciar el ego es dejar el yo pequeño y ser el todo.
Busco el ciclo en que soy la historia del que me asesinó y luego murió.
El sitio donde las almas hacemos UNA.
La Tele sin sonido está llena de Carabineros, barricadas, incendios y heridas.
Entro en ella y busco hasta encontrar mi propia imagen redimida. Me llamo Chile.
Ingrid maestra que lidera la práctica dice: tal vez el próximo buda no es una persona sino una comunidad.
Quiero ese poder
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