jueves, 15 de febrero de 2024

De hélices y Hogueras

Una hélice cae en diagonal batiendo las aguas de un lago que en las orillas tiene las casas más imponentes de los centros de veraneo. Tres personas que se arrojan al estómago de una lluvia tratando de salvar sus vidas y una historia que se escribe con el prisma dual, tal vez hasta bipolar de las transcripciones de nuestro Chile. El piloto de tanta historia nacional no alcanza a salir a tiempo y naufraga, capota, se hunde, se disuelve en un lago de bullicio popular en el que es muy fácil confundirnos. La tristeza de su compañera flota con una delicadeza que es imposible no anidar. Y la rabia de los muertos de la felicidad del piloto, estalla en las redes como antes estalló el país. Todo es muy rápido, pomposo, político. Las figuras de su partido y sus discursos húmedos nos chorrean en las pantallas de todos los dispositivos, tan buscadas como mordidas por miles de comentarios. Hacen el mismo efecto de las gotas rebotando sobre el lago del desparramo de la lluvia que le nubló la vista y lo hizo caer. Baradit tratándolo de Zorrón, Warken arrojando margaritas en la corriente, Evelyn y Karla como hermanas, ancestrales lloronas también son mordidas por la muchedumbre También piraña que muerde y se enoja. El presidente activo y plantando el silencio sólido en las puertas del palacio que recuerda bombardeos reconstrucciones y a la primera mujer gobernando la derecha y la izquierda. Todo puesto por delante de una catástrofe gigante que incendió Viña, un lago cubre en los medios al océano que necesita seguir siendo visto 5,27 porque desmanteló en cenizas a nuestros hermanos dejando sin nada, nada de lo que durante años y fuerza de vida habían podido construir. Pero casi como siempre, pero casi como inevitablemente nuestro destemplado uso de la actualidad, el desparpajo, la insurrección, el circo y la elección del chivo expiatorio… todos nos volvemos contra Luis Slimming todos contra Irina ¡a por él! ¡a por Irina! Gritan los medios preparando una hoguera que apague el fuego. Que queme a las brujas queme a los que en el ciclo emocional pueden cargar la cruz por sus torpezas. Es un ciclo emocional de dolor, muerte y venganza, que ahora busca crucificar a alguien. Esta es una pequeña editorial para decir no necesitamos más muertos en esta pasada. Tal vez lo digo como muerta resucitada de ese escenario al que tiene que subirse alguien ya condenado y amenazado de muerte, un simple trabajador de la gracia en la desgracia. Y no estoy pidiendo piedad estoy pidiendo sobriedad emocional para que de una vez podamos elevar vuelo, sin estar agarrados a la soga como un Tarzán que al llegar a la esquina del péndulo clava puñales.