jueves, 11 de noviembre de 2010

Nuevo disco Alvaro Escobar.




Llegué tarde pero me compré el disco en la mesa. Todos estaban exhultantes, el concierto en vivo los dejó fascinados.
Si mi baño no se hubiese inundado habría llegado a tiempo de escuchar la banda en el escenario...
Un fotógrafo se me acercó.
-¿Puedo sacarte una?
- Si, claro.
-¿Viniste sola?
-Si.
-¿Y vas a salir sola en la foto?
Momento de clásico malestar previo a circular sola y no encontrar ningún amigo.
- Si quieres salgo con alguien...
Miro torpemente a mi alrededor para elegir al azar...
- No, está bien. Tú sola sostienes la foto.- Dice, y el piropo no me sobra.
En el camino de vuelta al Maipo (que tiene ríos condenados a muerte por AES GENER) me interné en el disco completo. Luego algunas canciones, un par de veces más.
Con la última lloré. Es una balada lenta en que el Alvaro le dice a su hija que no se sienta sola, que él va a estar siempre ahi.
El corazón de su tema encontró de frente al mío.

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