El alma del mapa

El vuelo está demorado el café al costado de la puerta de embarque sostiene la correntada de ruido humano como si a metros hubiese una cascada. Hace casi una semana 500 familias, en su mayoría de inmigrantes Peruanos y Bolivianos, se tomaron un parque de Villa Soldati desatando un fuego cruzado entre el gobierno nacional y Macri en su calidad de intendente de la Capital. La nueva fuerza de seguridad del Gobierno de la ciudad se declara insuficiente para hacerse cargo, mientras el gobierno central, de un modo que muchos juzgan reprimenda política, exige a esa flamante policía paralela, que muestre su utilidad pública. Las familias mientras tanto piden al gobierno soluciones de vivienda. Hoy en la portada del diario Clarín un muerto con la cabeza destrozada, uno de cuatro que hasta ahora se cobró la revuelta. La autopista estaba cortada y caimos en la represa de autos que quedaron detenidos. Los choferes caminando entre los barados, organizando un protocolo para dar la vuelta . Sentí en el cuerpo ese mordisco que dan los avisos de infortunio. -Los camiones no alcanzan a girar- decretó el taxista- estos van a quedar atascados hasta que estos pungas villeros den la pasada. ¿Me dejás pasar?- Le pidió a uno que ya estaba en los primeros lugares de la fila que avanzaría contramano hacia una salida que nos permitiera bajar de la autopista. -Estamos en la misma- le dijo el que pudo dejarnos de rehenes- pasá. Una mujer todavía fuera de su auto, nos comentó- Yo tampoco tengo casa, alquilo y junto los pesos para el alquiler ¿qué tengo que hacer? Tomarme la ruta para que el gobierno me dé un departamento?- Luego le preguntó a mi piloto. - ¿Van a Ezeiza? - -Si - ¿Sabés cómo bajar? - Aquí, meterse por ahí abajo es un peligro- Le aclaró con claro conocimiento de taxista profesional- Es todo Villa, y villa pesada. Andáte dos o tres salidas más atrás. – Ella siguió sin entender bien como salvarse y nosotros avanzamos sin titubeo - La verdad que yo me volvería hasta el peaje y les pasaría por arriba a estos hijos de puta que encima nos cobraron y no nos avisaron del corte. Seguro que lo saben, pero siguen afanando y ni siquiera les importa que aquí nos degüellen estos negros. Sospechando que ya le había resultado agradable a mi única chance de no perder el avión, le pregunté, hablando argentino. -¿Sabés qué agarrar? -No te preocupés vas a llegar, vamos a tener que dar una vuelta larga porque encima las bajadas anteriores ahora están tapadas pero vos vas a llegar. Como un experto inusual bajó un poco antes del peaje de los hijos de puta, cruzó por el medio una avenida tocándo la bocina mientras le gritaban insultos y empalmó con un destino anexo absolutamente perfecto para la ocasión extrema. -¿Qué barrio es este? -Mataderos. - Es lindo. -Este es un barrio tradicional de aquí, era de los gauchos, gauchos, aquí traían el ganado. No ahora pero alguna vez, pedí que te traigan un fin de semana a la feria de Mataderos. ¿Ves todo el borde de esta plaza? Ya están puestos los kioscos para los artesanos, mañana Domingo. Aquí venden productos gauchos de verdad, talabartería, alguna muy cara porque los tipos saben lo que hacen…Esta zona en una época era de gente laburante, aquí se instalaron muchas empresas y les daban casas a los empleados, pero no asi como las quieren los negros de la toma, eran viviendas cercas de las fabricas asi no tenían excusa para llegar tarde y podían trabajar más horas porque no tenían que viajar. Habían muchas fábricas aquí, ahora son galpones, algunas quedan: este es el depósito de Sancor…todas las cecinas que te comés en tu casa están aquí en este otro frigorífico. ¿Sentis el olor? - Si-digo- como a galletas -No, es el olor de las bestias, los animales que los tienen aquí. Okey he estado con gripe toda la semana mi olfato está convaleciente. Entramos a una avenida de adoquines. -Mirá, esta es la plaza de Matadero. Pasamos frente a una imponente construcción de principio de siglo que ocupa casi toda la cuadra, un cartel “fileteado” al clásico estilo criollo nombra la feria. - Que lindo- digo con toda sinceridad. - Es muy lindo aquí. Yo vivo a 16 cuadras en Lugano. Mirá ahora vamos a pasar por una casona que tiene una torre donde antiguamente, cuando traían el ganado..porque antes lo traían andando no habían camiones…se paraba un tipo que miraba a qué distancia estaban y calculaba la hora a la que iban a llegar, por la luz. Vemos sobresalir por el techo de una casa moderna la torre que mi guía describió. - El actual dueño la conserva, bah..aparte que le habrán dicho que no la puede tirar abajo porque es histórica. Fijate que no es muy alta pero en aquella época era un rascacielos…esto era zona gaucha, campo, campo… Cruzamos otra avenida y volvemos a la autopista. -Fijate el kilombo que es la vuelta. Voy a tener que volver todo por abajo..pero vos vas a llegar. Y el camino se hace recto y directo, hacemos un silencio largo que solo interrumpo para decirle que me tocó el mejor taxista del mundo para la circunstancia que acabamos de pasar y que eso, prueba que tengo un ángel grande. El resto del viaje reviso el mapa de mi ruta porteña que incluyó: Aterrizar y partir a ver esta puesta que prueba que el teatro es una revolución de espacio tiempo y alma sin precedentes. Invitada por mi amiga Gabriela Toscano un regalo mayor verla encarnar el personaje y el texto que Nicanor Parra considera TODOS los textos: -El cumpleaños de 40 de mi amiga Luciana en el yacht club de puerto maderos Donde hubo mucha alegría, mucho lujo y bailamos casi seis horas. Y las conversaciones Con mi hermana del alma Roxana Rostand que se acaba de titular de psicologa a los 50 después de entrar a la U a los 45. Ella es siempre un recorrido fascinante por la auto-construcción más pura. Una charla con mi amiga Noe, implacable limpiando toxinas relacionales y ejemplar en la dinámica con su hombre. Un paso por el centro terapéutico de Kita Ca hice por fin mi "Constelación familiar" Ahi estaba Diegus: -Que cosa Chile, Vane. Salvan a 33 y se les mueren 80 y tantos...y ahora la marca del infortunio se traga un pedazo de mi patria, otra vez. Una conversación queda pendiente con mi amiga Fer y antes de partir al aeropuerto me tomo un helado con mi amiga Silvana que está enamorada de una mujer 17 años mayor que, antes, salió con su "Room-mate" (Hombre, a quien le acaban de diagnosticar cáncer al pulmón. Un viaje donde todos contamos nuestra historia sin pudor y para escuchar al otro. Un territorio donde se habla y se analiza, se comparte la intimidad sin tantas excepciones. Un lugar húmedo que te empapa con sus lluvias tibias y te acalora un rato después, cuando las nubes ya pasaron. Un país que puede estar en cualquier parte, no ser el tuyo y sin embargo ser tu casa. Agradezco y bendigo lo que asi, y en esto fui educada, marcada como como una de ellos que, también abre el relato.