domingo, 9 de junio de 2024

El Trumposo capital de Milei

Si la felicidad fuera un ejercicio que pudiésemos practicar, ganando destreza y precisión en la decisión o el derecho de ser felices, una de las primeras cosas que tendríamos que hacer es entrenar donde ponemos la atención, desaprender el casi instinto natural que nos deja atrapados, nos hace rehenes de las cosas negativas, agresivas violentas, beligerantes, destempladas o embrutecidas..porque está estudiado que esas dinámicas -las vamos a llamar masas o alimentos comunicacionales depredadoras- suelen capturar nuestra atención con mayor rapidez y con más fuerza que las pacíficas, sanas las que quieren hacer un mundo mejor. Sobre este principio simple está construida- a mi juicio- toda la red de odio desparpajo linguistico, agresión constante de las redes sociales. El que hace el comentario mas grosero, beligerante o patotero para ser directos, ese logra captar más atención y de manera más rápida que otro que tal vez intenta reflexionar limpiando el prisma o buscar sutileza en su relación con el entorno. Asi se empoderaron figuras que hoye están en la cúspide de los gobiernos como Trump o Milei. La grosería, la violencia “la patá y el combo” como decimos en Chile tiene buen raiting. La aversión logra atraparnos con su dinámica extrema y tal vez nos distrae de otras opciones que podrían abrir mejores mundos. ¿qué pasaría si entendiéramos nuestra atención como un capital que invertimos en una opción o la otra? Milei por ejemplo aparece en los medios construyéndose a si mismo primero desde un discurso más farandulesco y divertido, siempre usando la confrontación como recurso que le genera atención, va escalando en ese eje de publicidad convirtiendo su discurso en algo cada vez más duro, tajante, agresivo y crítico. Y más allá de lo que critica o a quien critica, su beligerancia va siendo vibracionalmente, cada vez más intensa y eso lo va haciendo más masivo. Trump a su vez instala un modelo masculino de la vieja usanza, radicalizado del todo, rodeado por un viejo patrón de las mujeres y también escala en su ira mediática ganando con eso más repercusión, más atención y todo eso alimenta el fenómeno de los Adictos o jonkies de la adrenalina. Esa adicción a la adrenalina- es un tremendo anzuelo para audiencias hiper masivas que son enroladas desde la tendencia adictiva que se les despierta y ahí quedan agarrados con sus atenciones capturadas y sus consciencias retenidas por esas dinámicas de ira y escupitajos. Alguien podría decir que es la naturaleza humana, para mí no lo es, es una construcción cultural y mediática que nos bombardea y nos hiper-estimula y asi revueltos por recursos de violencia, adrenalina confrontación y furia son recursos de gran poder para ganar atención y generar comportamiento..logran instalar liderazgos ÑOÑOS retrógrados Elegir en que poner nuestra atención es tan relevante o más que decidir con responsabilidad como alimentarnos. Tal vez abandonamos la capacidad de discernir. Nos hacen comer su bilis, a punta de pataletas gritos y golpes nos atrapan en su discurso. Son los re traumadores de nuestros dolores y los traumatismos que nos infringen son su gobernanza. Con una aparataje probado de Cambridge Analytica la violencia y la agresiva destrucción pasan a ser comunicación estratégica. Nuestros datos fueron analizados y nuestra adicción a la adrenalina de la furia nos hizo regalar la conciencia a cambio de barbarie. Hay que despertar a tiempo y rescatar la Libertad verdadera, la de elegir dónde y cómo invertir nuestra atención antes que perderla en una usina de discursos de guerra. La política actual no va a cambiar su afán de usar lo que sea que resulte para capturar nuestra consciencia palabras como libertad, liberal, motosierra, dictadura, comunismo se llenan de distintos significados según el contexto. El contexto es el texto y los relatos la mayor parte de las veces pura psicopatía de control. Nuestra atención es frágil, delicada y necesita cuidado y buen uso.

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