MINEROS y MEDIOS: Privado u acceso privativo

 Somos la generación reality, nos filman desde el útero, en los ascensores, en los cajeros, en el supermercado, en los sitios de infracciones de tránsito recurrentes. Somos protagonistas de una pantalla cotidiana, ascética y rutinaria, estamos saludando a la cámara desde guaguas; esto si que es un signo de los tiempos, bien diferente al cine super 8, con que mi viejo guardó imágenes de mi infancia.
  Hasta las patotas de delincuentes tienen foto-log. Nadie puede culparlos de ser tan ingenuos como para querer tener su propio medio, su canal marginal pero incorporado en la red que no excluye. Es que si hay un eje creador de delincuencia es la exclusión y, por lo menos en la web, pueden subirse igual que todos. Un tren donde nadie queda abajo..aunque asi, terminen dándo las pistas, con que los captura la policía.
  Ayer llamé a mi hermana Daniela Miller, fotógrafa que ha bajado a las minas y que siempre creyó que nuestros trabajadores atrapados estaban vivos: "Alguien tiene que contar la historia" me dijo mientras yo pataleaba con mi racionalidad. La felicité, me declaré regaloneada por el milagro y, de paso, hice patente mi juicio favorable para con la gestión del gobierno en la mina San José.
Ahi empieza el siguiente apunte o "temario" para el análisis crítico:
   -Que la plata llama la plata, la solidaridad del poderoso convocado por el poderoso, distinto a la solidaridad con el trabajador que debiera manifestarse en condiciones previas que no obliguen a un rescate.
 - Que el control de medios está naturalizando un poder restrictivo.
       Este es el tema de fondo y, obviamente se inspira en que, todo el país, aún está en una vigilia solidaria... y las imágenes captadas en la mina están en manos de unos pocos....da para metáfora de la extracción del mineral pero...concentrémonos en el eje.
   Puede que, parte del mensaje sea privado y, los mismo mineros quieran mantenerlo entre sus familiares y ellos. Pero, cuando anoche Matías de Río cierra Tolerancia Cero (aún panel patriarcal) diciendo que cree que sería "mejor" (Y si, se hace cargo de su juicio de valor) que las imágenes fueran compartidas. Me sentí muy identificada.
  Creo que, tal vez no todas y no a costa de los deseos y la dignidad de nuestros mineros aún atrapados. Pero tampoco a costa del emocional colectivo tan atento y anímicamente involucrado. Un poco más de confianza en la capacidad del receptor y un poco más de naturalidad para con la gran conexión global que también es líder de la era.
   Esto de no poder saber màs, de aquel que es el verdadero protagonista: EL MINERO, ni verlo cuando me han tenido en la pantalla esperándolo y en la mina y en las carpas con sus parientes...no me gusta.
  Si es un criterio comunicacional con alguna lógica terapéutica al menos hagan público el criterio.
Eso y felicitaciones por la gestión de llegar al refugio y el espíritu y la eficiencia en terreno para dicha tarea.